Francisco de los Cobos: El noble humanista
Francisco de los Cobos fue uno de los personajes más ilustres del renacimiento español, además de uno de los ubetenses con más renombre de la historia. Pero hoy, queremos unir su nombre a uno de los filósofos más destacados de la historia de la humanidad: Erasmo de Rotterdam ¿Quieres saber que tienen en común?
Francisco de los Cobos
Francisco de los Cobos y Molina (Úbeda, ca. 1477 – Úbeda, 11 de mayo de 1547) fue caballero de la Orden de Santiago, comendador mayor de León en dicha Orden, adelantado de Cazorla, Contador Mayor de Castilla, Secretario de Estado del emperador Carlos I, Señor de Sabiote, Jimena, Recena, Torres, Canena y Vellisca. Innegablemente una de las personalidades más influyentes y poderosas de su época.
Erasmo de Rotterdam
Erasmo de Rotterdam (Róterdam, 28 de octubre de 1466 – Basilea, 12 de julio de 1536) fue un humanista, filósofo, filólogo y teólogo holandés, autor de importantes obras en latín. Es innegable que las obras de Erasmo produjeron una verdadera revolución intelectual en toda Europa. La consecuencia más importante fue que por primera vez se tradujo la Palabra de Cristo al alemán y al inglés.
Su historia en común
¿Qué los pone en común? Que de los Cobos era un firme seguidor de la obra de Erasmo. Por ello, aplicaba con fiereza la teoría del latinista para conseguir la gloria, una teoría basada en tres obras: la primera es ser noble, la segunda realizar una obra en pos de los hombres y por último pero no menos, una obra para Dios.
De los Cobos persigue a lo largo de su vida alcanzar los 3 hitos que propone Erasmo de Rotterdam. El primero de ellos le perseguía, pues procede del linaje de Pedro Rodríguez de los Cobos, familia noble pero de no muy alta hidalguía. Para acabar con toda duda, y ser noble de todo derecho casa con doña María de Mendoza y Sarmiento, condesa de Castrogeriz y VII condesa de Ribadavia, hija del Adelantado Mayor de Galicia don Juan de Mendoza.
La segunda obra, en beneficio de los hombres, ha de ser una obra benéfica. Exisitía en Úbeda el llamado hospital de los honrados viejos, fundado por el Obispo Narváez y dedicado a acoger a ancianos en situación de desamparo. Francisco de los Cobos se convierte en su mecenas, encargando la reconstrucción del edificio al mismo Vandelvira y comienza a hacerle innumerables donaciones.
La tercera obra, dedicada a Dios, llega de la mano de la construcción de la Capilla de El Salvador, monumento funerario que acogería el cuerpo de Francisco de los Cobos y su familia para su descanso eterno. Pero quiso el destino que falleciera de los Cobos sin ver finalizada su obra cumbre, por lo que dice la leyenda, que su espíritu anduvo importunando a su viuda, doña María, presionándola para que acabara la capilla, para acceder así, por fin, a la Gloria.
