Mujeres jiennenses

 In Curiosidades

No podíamos dejar pasar el mes de marzo y la proximidad del día 8 sin hablar de las mujeres jiennenses en la historia. Mujeres que en ocasiones se han visto sepultadas bajo la desidia de una sociedad empeñada en ocultar los méritos del género femenino. Mujeres que por desgracia no se mencionan en los libros de historia, pero que hoy, desde nuestro humilde altavoz queremos contribuir a su recuerdo. Por desgracia no están todas las que son, pero si son todas las que están.

Himilce (S.III A.C)

Hija del rey de Cástulo, Mucro, casó con el general Cartaginés Aníbal, sellando una alianza entre Oretania y Cartago durante la segunda guerra púnica. Su boda, celebrada en la primavera del año 221 AC tuvo lugar en el templo de Tanit en Qart Hadasht, acutual Cartagena. Cuentan las crónicas de la época que tuvo un hijo, Aspar, pero que ambos murieron en una epidemia de peste en Cástulo (Linares). Fue enterrada en la ciudad ibero romana, y dice la leyenda que erigieron una estatua funeraria que, según la tradición oral, probablemente sea la misma que hoy preside la plaza del Pópulo, en Baeza.

Mariana de Carvajal y Saavedra (S.XVII)

Esta escritora del siglo de oro español nació en Jaén. PAra casarse con Baltasar Mateo de Velazquez, alcalde mayor de la Real Chancillería de Granada se trasladó a vivir a la ciudad de la Alhambra. Muy inusual en la época era que una mujer supiera leer, mucho más aún escribir sus propias novelas. Por desgracia y fruto de ese miedo que sembraba el que una mujer accediera a la cultura se sabe que doce de sus comedias escritas han desaparecido. Si se conservan otras obras como La industria vence desdenes, La dicha de Dosite y Navidades de Madrid y noches entretenidas. Muchas de sus obras, englobadas en el género novela cortesana, están ambientadas en Úbeda.

Maria Bellido (1755 – 1809)

Si los aragoneses tienen a Agustina como heroína de la guerra de la independencia, en Jaén tenemos una mujer no menos aguerrida y fuerte. Se trata de María Bellido, nacida en Porcuna, que se traslada a vivir a Bailén al casar con Luis Domingo Cobo Muela, vendedor de alfarería y natural de la localidad.

Es en Bailén donde se produce una de las batallas más famosas de la historia de España, y que supuso el principio del fin del imperio napoleónico. La leyenda que se forma en torno a esta mujer, es que durante dicha batalla, ella junto con otras mujeres asistió a los soldados como aguadora. En pleno verano jiennense, el campo de batalla marcaba los 45º. En pleno ataque, María cargó con una botija hasta el puesto de mando, situado en la parte más alta de una colina. Le ofreció agua al General Reding, justo cuando una bala rompió la vasija de barro de Bailen. María sin inmutarse, recogió el tiesto, y ofreció el agua que había quedado al general, que sorprendido por su valentía decidió premiarla.

Este hecho quedó fijado como símbolo de la resistencia de Bailen y quedó gravado en su escudo.

Josefa Moreno y Martos (1820-1850)

Nacida en Baeza en 1820, Josefa Moreno y Martos, fue pionera en la lucha por la emancipación femenina.  fue una de las primeras mujeres en España que luchó por que las mujeres tuvieran el derecho de emanciparse. Poeta y escritora, redactaba artículos en la Gaceta de las Mujeres,y en la publicación ‘La Mujer’, convirtiéndose junto a sus compañeras redactoras en uno de los primeros grupos feministas en España.

Patrocinio de Biedma (1858- 1927)

Nacida en Bejijar, sufrió la viudez a los quince años y muerte de sus tres hijos antes de cumplir los 20 lo que  la impulsó a escribir Elegías a la memoria del niño Don José María del Olvido Quadros de Biedma, muerto a los seis años de edad (1874); La oración a mi hijo José del Olvido; y Ecos de amor. A mi hijo José del Olvido, publicadas en La Margarita (1874, diciembre).

Movida por su inquietud literaria se instala en Cádiz, donde funda y dirige la revista Cádiz. En 1878 fundó y presidió la Federación Literaria de Andalucía.

Casó en segundas nupcias con José Rodríguez y Rodríguez, director de la Crónica Gaditana y archivero jefe de la Diputación. Tuvieron como padrino a Alfonso XII. En 1888 entra a formar parte del Congreso de Protección de la Infancia celebrado en su ciudad. Pacifista de pro, militó, y en 1898 fue nombrada vicepresidenta en España de la «Ligue des femmes pour le desarmement international»

Murió en Cádiz en 1927.

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